En la Universidad Nacional de Cuyo, expertos de Iberoaemérica debatieron hasta ayer el problema, y negocio, de la certificación de las competencias de los hablantes no nativos del español. Los argentinos defendieron la autonomía.
Durante esta semana, desde el miércoles y hasta ayer, en la Universidad de Cuyo se presentaron los diferentes exámenes existentes, elaborados en la Argentina, España y México. El Instituto Cervantes apunta a unir las diferentes certificaciones bajo un sello único. Se trata de una iniciativa trasnacional que tiene entre sus objetivos incrementar la importancia de la lengua española en el mundo. Esta postura es vista por muchos como colonialista por querer “quedarse con el negocio del español”, e indirectamente someter las autonomías a una verificación internacional.
Sin embargo, existen otros proyectos y otras preocupaciones en torno a la lengua, la UBA resalta el trabajo realizado con residentes –migrantes o poblaciones aborígenes internas que, a veces, llegan al castellano como segunda lengua– y al llamado turismo lingüístico constituido por los extranjeros que quieren estudiar el idioma en el país, actividad que crece sin pausas en la Argentina.
¿Es posible pensar en políticas lingüísticas centradas en nuestras propias necesidades? Consultada por Tiempo Argentino, Leonor Acuña, investigadora del Instituto Nacional de Antropología y representante de la UBA en el CELU, responde que sí: “En la Argentina se hace mucho en esa dirección. Esas acciones no tienen, a veces, tanta visibilidad, pero tenemos la experiencia de formación de docentes indígenas bilingües en el Chaco, por ejemplo, o la enseñanza de español a los refugiados por convenio con la ACNUR.”
¿Es posible pensar en políticas lingüísticas centradas en nuestras propias necesidades? Consultada por Tiempo Argentino, Leonor Acuña, investigadora del Instituto Nacional de Antropología y representante de la UBA en el CELU, responde que sí: “En la Argentina se hace mucho en esa dirección. Esas acciones no tienen, a veces, tanta visibilidad, pero tenemos la experiencia de formación de docentes indígenas bilingües en el Chaco, por ejemplo, o la enseñanza de español a los refugiados por convenio con la ACNUR.”
Para vos, quién debe evaluar nuestro nivel de español?
Leé la nota completa aquí
El Español Argentino
Conocé el español que hablamos acá.
20 de diciembre de 2010
29 de noviembre de 2010
La opinión del presidente de la Academia Argentina de Letras sobre la Nueva Ortografía
CAMBIOS EN EL IDIOMA
La “b” y la “v” mantendrán el nombre en la Academia local
12-11-2010 / Pese a que el coordinador de la Nueva Ortografía de la Real Academia Española adelantó que la “be” dejará de llamarse larga y la “ve” corta pasaría a llamarse uve, el presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia, advirtió que en el país se mantendrá la denominación actual. Además, reclamó a la RAE que “fue imprudente anunciar cambios que todavía no hemos votado”.
Barcia advirtió que el vocero de la Academia de las letras de España hizo afirmaciones “sobre cosas que dieron por aceptadas cuando todavía no lo están, debido a que el 28 de noviembre, en Guadalajara, recién votaremos estas enmiendas”.
“La declaración del vocero es que íbamos a unificar en todo el mundo panhispánico el nombre de la ve corta y la be larga, es decir, que se iban a llamar la b, be, y no be larga o alta como dicen en Colombia y la v corta iba a llamarse uve, como dicen los españoles, y no corta o baja”, detalló el profesor en declaraciones a la prensa.
Según Barcia, causaron confusión porque “este hábito designativo que usa España fue refrendado por México, por Cuba y por Chile que, al parecer, en sus campañas pedagógicas han comenzado a llamarlas be y uve”.
Sin embargo, detalló que en Argentina “llevamos 100 años, al igual que en Uruguay, de designación habitual en la enseñanza de v corta y be larga”, por lo que escribió una carta al director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, “para decirle que no teníamos ninguna intención de adoptar eso, ni pensamos hacerlo y que me pareció una decisión torpe anunciarlo antes de decidirlo”.
YE, CHE Y ELLE. El presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia, es Doctor en Letras graduado de la Universidad Nacional de La Plata, donde también ejerció la docencia y actualmente se desempeña en la Universidad Austral. Según este emérito vecino de la ciudad, el vocero que anunció los cambios en España y que el diario El país publicó el 5 de noviembre pasado, “dio como novedad el cambio de nombre de la ch, la ll y pifió de nuevo”.
“El nombre ‘i griega’ es un mamarracho designativo. A partir de 1994 se reformó el nombre de la y, el de la ch, y se las llamó por el sonido: ye y che”, aclaró.
Por otra parte resaltó el planteo de la exclusión de la che y elle. “En rigor, esas letras no tuvieron independencia hasta 1803”, explicó. Y aclaró: “son dos dígrafos, es decir, dos grafemas que significan un solo sonido, que además es variadísimo en nuestro país donde tiene hasta cuatro pronunciaciones. Pero en realidad no son letras, por lo tanto ya después de 1994 los diccionarios de la RAE incorporan la che en la ce y la elle en la ele”, explicó el doctor.
Leéla nota completa en el diario El Argentino, haciendo click aquí.
Ayer 29 de noviembre pudimos escuchar las palabras del dialectólogo mexicano José Guadalupe Moreno de Alba sobre la Nueva Ortografía: "(...)Tampoco impondremos ninguno de estos cambios y sus aplicaciones quedan a criterio de cada región hispanohablante. Después de todo, los académicos no inventamos la ortografía, simplemente nos limitamos a expresarla de acuerdo a un orden", defendió el académico mexicano.
Leé la nota completa en el diario La Gaceta, de Tucumán, haciendo click aquí.
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16 de noviembre de 2010
Y de cómo llegamos hasta acá.... (un poco de historia).
¿Alguna vez te preguntaste por qué en América hablamos un español diferente al hablado en España siendo que los españoles fueron los que trajeron su lengua? ¿Qué circunstancias influyeron en la evolución de la lengua ? ¿Te gustaría saber cuáles fueron los orígenes de nuestra variante de español?
A continuación te presentamos las ideas principales del documento "El español en América: de la conquista a la Época Colonial" donde su autora Carmen Marimón Llorca nos habla sobre la formación del español hablado en América. (Disponible en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes)
"Como se ha repetido en tantas ocasiones, la colonización fue planificada en Castilla y gestionada en Andalucía con la colaboración de las Canarias. Según los trabajos de Boyd-Bowman sobre el censo de colonos, entre 1492 y 1580, el 35,8% eran andaluces, el 16,9% eran extremeños, el 14,8%, castellanos y el 22,5% restante de diversa procedencia. En términos lingüísticos esto significa que el 52,7% de los colonizadores tenían como propias variedades meridionales de la lengua, con claro predominio de la andaluza.
A este dato se une el hecho de que las tripulaciones de los barcos eran mayoritariamente andaluzas, que los inmigrantes pasaban un año en Sevilla a la espera de la documentación para embarcar y que luego se establecían en zonas relativamente aisladas unas de otras, predominantemente costeras, en las que convivían, además, con los colonos de origen castellano. A este respecto hay que recordar que, en el siglo XVII la diversidad de los dialectos peninsulares era verdaderamente grande pero entre el castellano y el andaluz había pocas diferencias a excepción del seseo y de la reducción de las consonantes finales, por lo que fue la conjunción de estas dos variedades dialectales -con claro predominio del andaluz- habladas por el 67,5% de los colonos el que puede considerarse como factor nivelador del español de América desde sus orígenes.
(...) Todos estos datos demográficos que acabamos de señalar han venido a confirmar la importancia de la contribución andaluza al español de América y de los procesos de nivelación lingüística que tuvieron lugar desde los primeros momentos de la conquista. Aunque, como ha mostrado Frago (1999 y 2003), es posible encontrar en América rasgos de todos los dialectos peninsulares -castellanos viejos, leoneses, riojanos, navarros, aragoneses, emigrados de Castilla la Nueva, extremeños- e, incluso, del catalán y del vasco, no cabe hoy ninguna duda sobre las consecuencias lingüísticas que el peso demográfico de la emigración de las zonas meridionales de la península y, en particular, de Andalucía, tuvo en la formación del español de América.
Sin embargo, una vez resituada la lengua -y sus hablantes- en un nuevo mundo, otros elementos empezarán a formar parte del proceso de conformación de la variedad lingüística americana; en particular habría que señalar dos de muy distinta naturaleza: En primer lugar hay que tener en cuenta las consecuencias del contacto con las lenguas indígenas y, unos años más tarde, con las africanas. Aunque se ha discutido mucho sobre su verdadera influencia, es innegable hoy en día y para determinadas zonas dialectales, la influencia léxica y fonética de dichas lenguas. Además y, en estrecha relación con el anterior, está el fenómeno de los llamados americanismos léxicos que tiene que ver tanto con la asimilación del vocabulario indígena como con las transformaciones en el significado que sufrieron palabras del español al contacto con la nueva realidad americana. A estos dos fenómenos hay que añadir, en segundo lugar, el proceso de nivelación dialectal que, a mediados del siglo XVII, probablemente ya había tenido lugar y que daría al español en América buena parte de ya de su peculiaridad lingüística en todos los niveles. Es lo que Frago (2003:23) ha denominado la criollización lingüística que no es sino la consecuencia de la asimilación general y la asunción como propia e identificable de la variedad del español hablado en América como propia." (...)
Si querés saber más sobre los orígenes del español americano podés leer el documento completo haciendo click aquí.
A continuación te presentamos las ideas principales del documento "El español en América: de la conquista a la Época Colonial" donde su autora Carmen Marimón Llorca nos habla sobre la formación del español hablado en América. (Disponible en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes)
"Como se ha repetido en tantas ocasiones, la colonización fue planificada en Castilla y gestionada en Andalucía con la colaboración de las Canarias. Según los trabajos de Boyd-Bowman sobre el censo de colonos, entre 1492 y 1580, el 35,8% eran andaluces, el 16,9% eran extremeños, el 14,8%, castellanos y el 22,5% restante de diversa procedencia. En términos lingüísticos esto significa que el 52,7% de los colonizadores tenían como propias variedades meridionales de la lengua, con claro predominio de la andaluza.
A este dato se une el hecho de que las tripulaciones de los barcos eran mayoritariamente andaluzas, que los inmigrantes pasaban un año en Sevilla a la espera de la documentación para embarcar y que luego se establecían en zonas relativamente aisladas unas de otras, predominantemente costeras, en las que convivían, además, con los colonos de origen castellano. A este respecto hay que recordar que, en el siglo XVII la diversidad de los dialectos peninsulares era verdaderamente grande pero entre el castellano y el andaluz había pocas diferencias a excepción del seseo y de la reducción de las consonantes finales, por lo que fue la conjunción de estas dos variedades dialectales -con claro predominio del andaluz- habladas por el 67,5% de los colonos el que puede considerarse como factor nivelador del español de América desde sus orígenes.
(...) Todos estos datos demográficos que acabamos de señalar han venido a confirmar la importancia de la contribución andaluza al español de América y de los procesos de nivelación lingüística que tuvieron lugar desde los primeros momentos de la conquista. Aunque, como ha mostrado Frago (1999 y 2003), es posible encontrar en América rasgos de todos los dialectos peninsulares -castellanos viejos, leoneses, riojanos, navarros, aragoneses, emigrados de Castilla la Nueva, extremeños- e, incluso, del catalán y del vasco, no cabe hoy ninguna duda sobre las consecuencias lingüísticas que el peso demográfico de la emigración de las zonas meridionales de la península y, en particular, de Andalucía, tuvo en la formación del español de América.
Sin embargo, una vez resituada la lengua -y sus hablantes- en un nuevo mundo, otros elementos empezarán a formar parte del proceso de conformación de la variedad lingüística americana; en particular habría que señalar dos de muy distinta naturaleza: En primer lugar hay que tener en cuenta las consecuencias del contacto con las lenguas indígenas y, unos años más tarde, con las africanas. Aunque se ha discutido mucho sobre su verdadera influencia, es innegable hoy en día y para determinadas zonas dialectales, la influencia léxica y fonética de dichas lenguas. Además y, en estrecha relación con el anterior, está el fenómeno de los llamados americanismos léxicos que tiene que ver tanto con la asimilación del vocabulario indígena como con las transformaciones en el significado que sufrieron palabras del español al contacto con la nueva realidad americana. A estos dos fenómenos hay que añadir, en segundo lugar, el proceso de nivelación dialectal que, a mediados del siglo XVII, probablemente ya había tenido lugar y que daría al español en América buena parte de ya de su peculiaridad lingüística en todos los niveles. Es lo que Frago (2003:23) ha denominado la criollización lingüística que no es sino la consecuencia de la asimilación general y la asunción como propia e identificable de la variedad del español hablado en América como propia." (...)
Si querés saber más sobre los orígenes del español americano podés leer el documento completo haciendo click aquí.
8 de noviembre de 2010
Presentación Oficial
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